La montaña fue otra de las grandes aficiones de Manolo. En 1949 se hace socio del Centre Excursionista de Catalunya y realiza su primer 3.000, el Perdiguero, al que le seguirían todas las cumbres de los Pirineos y algunas de las cimas más emblemáticas de los Alpes, entre ellas el Cervino, el Mont Blanc y el Monte Rosa. Las ascensiones las hizo siempre en compañía de buenos amigos.
En 2011, a sus 81 años, organizó una ascensión al Canigó con un numeroso grupo de familiares y amigos. En la cima entregó un “testigo” a su nieto Lorenzo. Manolo sabía que era su despedida de las montañas.
En el año 1960 descubre la magia de ski, un deporte nuevo que le permitía “disfrutar de la montaña con el placer añadido del ski”.
En 1963 publica “Ha Nevado en La Molina”, libro de referencia de muchos esquiadores de la época y de la actualidad. La clasificación y descripción realizada por Manolo de las tipologías de esquiadores “Pessigas, Passarells y Turistas” sigue siendo recordada por muchos esquiadores, al igual que los capítulos “Mari Pili aprende a esquiar” y “ La 27 : una habitación Gloriosa”, mítica habitación del Xalet del C.E.C.
Manolo revisa y actualiza el libro en 1991 y lo publica de nuevo con Editorial Juventud y el apoyo de la Fundación Folch, sin los “recortes” impuestos por la censura de la primera edición.
ManolobyManolo: El primer libro que escribí fue “Ha nevado en La Molina”, un ramillete de experiencias deportivas, recuerdos juveniles y la descripción de la peculiar fauna esquiadora que poblaba ese popular centro de deportes de invierno de la Cerdaña, allá por los años cincuenta del siglo pasado. Lo escribí sin la menor pretensión. Cuando me saqué de la manga a Mari Pili, esquiadora novata y niña bien, jamás pude sospechar que un día muy lejano sería el detonante que llevaría a Planeta a comprar “La enfermera de Brunete” a Ediciones Vedrá, la primera editorial que se había atrevido a publicar mi mamotreto. Lo explico: fue a raíz de una crónica del antes citado Sergio Vila-Sanjuán aparecida en las páginas culturales de La Vanguardia, comentando un simposium (o como se quiera llamar) de libros escritos sobre La Cerdaña.
Y terminaba diciendo: “y no se olviden de un librito delicioso, escrito por un tal Manolo Maristany, “Ha nevado en La Molina”, en el que aparece Mari Pili, una niña bien que da la nota pija”. O algo parecido, porque cito de memoria. Indignado, le contesté que de pija, nada de nada, sino que Mari Pili era una joven deportista, guapa, culta y encantadora. Acompañé mi nota de réplica con un ejemplar de “La enfermera de Brunete”, con la indicación precisa de que La Cerdaña era uno de los escenarios de mi novela. Y me olvidé del tema. Un mes más tarde, aparecía una crónica ditirámbica de Sergio Vila-Sanjuán en las mismas páginas culturales, poniendo a mi novela por las nubes. La comparaba, nada menos, que con “El doctor Zhivago” y “Lo que el viento se llevó”. No habían pasado ni quince días, cuando se me presentó en casa un representante de Planeta con un borrador de contrato y un generoso anticipo. Aquel día descorché una botella de cava y brindé por Mari Pili.
Hacia los años 80, Manolo y su familia pasan las vacaciones en El Valle de Aran. Allí queda cautivado por la cultura, la arquitectura y la gastronomía Aranesa, pero sobre todo por las montañas. Fruto de este encantamiento dibuja, pinta, fotografía y recorre los paisajes araneses. En 1986 publica su libro: El Valle de Aran.
A la vuelta de sus excursiones y aventuras, Manolo realizaba siempre una crónica donde describía, de forma divertida y amena, la ascensión, los participantes y las anécdotas sucedidas. Entre estos relatos están: “Un passarell en el Matterhorn”, “Gran Tuc de Colomers: La venganza del Pirineo”, “Montarto Cara Norte”, “Biciberri Norte”, “Operación Boca Sur – Boca Norte Tunel de Viella”, “Aneto: El último problema de los Pirineos”, “Vía Estasen al Pedraforca” y un largo etcétera hasta su último relato de montaña “Canigo: Mi última cima”.
Trailer: PRIMAVERA EN EL VALLE DE ARAN
En 1969 Manolo realiza una película en Super 8 de la estación de Baqueira Beret con su buen amigo y magnífico esquiador Juanín Gimenez. Hoy en día lo podríamos considerar un documento histórico. En la película podréis ver imágenes de Artíes, Salardú, el trayecto hacia las pistas y el telesilla que, en aquel momento, era de una sola silla.
Trailer : ASCENSION AL MONTBLANC
En 1968 Manolo y su buen amigo Pedro de Miguel ascienden al Montblanc por el Dome de Gouter. Manolo aprovecha para realizar una película de la aventura, en la misma podréis ver el Chamonix de la época,…
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