Ya disponible la última novela de Manolo «CONTRA LAS CUERDAS». Ver novela.

Operación Impala: La gran aventura

En 1961, el promotor y aventurero Oriol Regás contacta a Manolo y le ofrece participar en una AVENTURA, secreta hasta la fecha, cuyo objetivo es promocionar el nuevo modelo de moto que va a lanzar el fabricante Montesa. El reto es mayúsculo: Cruzar África de Sur a Norte en tres pequeños prototipos de Montesa, con el apoyo de un todoterreno a modo de nave nodriza.

Manolo no lo duda ni un momento y se enrola, como cronista y fotógrafo de la aventura, junto a Enrique Vernis, Tei Elizalde, Rafa Marsans y el propio Oriol Regás. Manolo era un hombre ajeno al mundo de las dos ruedas y siempre confesó que aprendió a ir en moto en el “Bush Rhodesiano”.

El nombre en “clave” del proyecto fue inventado por Manolo: Operación Impala, y cuajó tanto que Montesa acabó llamando Impala al prototipo.

El libro no es una guía motorista. Es un relato de vivencias, anécdotas y opiniones de Manolo que incluye la historia y geografía de las zonas que recorrieron. Se han hecho varias ediciones corregidas y ampliadas.

ManolobyManolo:

Mi primer libro publicado fue «Operación Impala» (1963), el relato de la aventura de cinco amigos a lomos de tres Montesas prototipos, que esta marca catalana puso en nuestras manos pecadoras para que las probáramos en el duro banco de pruebas africano. Sin GPS, ni teléfonos móviles, ni helicópteros de seguimiento, ni nada de nada. Solo un Land Rover de apoyo con la impedimenta. A la pura ventura. Al albur.

Antes de emprender el viaje, don Pedro Permanyer, presidente de la citada firma, nos presentó un documento por el que nos hacíamos responsables de nuestra suerte y que Montesa se lavaba las manos en el caso de que acabáramos en la olla de los caníbales. Hicimos lo que hubiera hecho cualquier joven en circunstancias parecidas: firmar en el acto. Con los ojos cerrados. Aquí tengo que aclarar que si yo merecí figurar en ese equipo de expertos, fue por mi condición de escritor y fotógrafo, no por mis dotes de motorista. Total que volamos de Barcelona a El Cabo, Sudáfrica, para iniciar la travesía de sur a norte, de cara a la cuadra. Después de tres meses de dura brega y habernos pateado más de 20.000 kilómetros a través de caminos embarrados, selvas, sabanas, desiertos, arenales, haber tragado polvo por un tubo y enfrentarnos a tribus hostiles (pero menos) aparecimos en Barcelona más muertos que vivos. Yo soy uno de los pocos españoles que goza del dudoso honor de haber medido África con sus costillas. Pero no me arrepiento. Fue la gran aventura de mi vida. Definitiva. Total. Todavía hoy, en 2007, circulan Montesas Impalas por las calles de Barcelona. Se ha convertido en una moto de culto. Cuando oigo su peculiar petardeo me emociono. No lo puedo remediar. Me trae a la memoria un montón de recuerdos felices amasados con polvo, sudor y pánico. Los malos se olvidan.

NOTA DE PRENSA

Final feliz de la travesía africana – La Vanguardia – 15/04/1962

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Manolo solicitó a sus amigos Javier Arenas y Santiago Ruiz (Moto Club Impala) que en su último viaje un grupo de Impaleros acompañase al coche fúnebre hasta del cementerio para que “el petardeo de la impalas hiciera que San Pedro le abriera la puertas del cielo”.

DESPEDIDA DE MANOLO

Verónica Sagnier & Moto Club Impala
06/06/2016

IMPALA, SU ORIGEN Y SU HISTORIA